Tras ser inventadas
la ganadería y la agricultura,
los seres humanos ya no necesitaban desplazarse
continuamente, por lo que al hacerse sedentarios,
empezaron a edificar chozas mucho mejor construidas,
pues ya no necesitaban desmontarlas
cuando se les acababa el alimento.
Utilizaban paja para cubrir los techos y encima se ponía una capa de barro para darle más consistencia.
También se utilizaba el barro y la paja para hacer los muros. Se tardaban muchos días
pero todos colaboraban. Las casas eran pequeñas y sencillas.
Las más antiguas eran de forma circular, como el iglú de un esquimal y poseían un agujero en el techo para que saliera el humo. Con el paso del tiempo las casas fueron haciéndose cada vez más complejas.
Las aldeas podían ser de tamaños variados: desde media hectárea, hasta cinco, y poseer
desde apenas un centenar de habitantes hasta los cinco mil.
Los poblados solían
estar situados cerca de un río o en algún cerro o montículo para facilitar la
defensa del mismo. Además, se construían otras medidas defensivas como eran
fosos, murallas de piedra o empalizadas.
Aquí se puede ver distribuido un poblado neolítico |
Las viviendas se construían a veces sin ningún orden preestablecido, pero en otros casos sí existía una ordenación. Además, con frecuencia todas las viviendas tenían la misma orientación.
Mientras los hombres iban de cacería, las mujeres se quedaban en el poblado arando la tierra, cosiendo las ropas etc. Los hombres también podían ayudar haciendo construcciones o preparando dólmenes en vez de ir de cacería.
Tras haberse inventado la coción, la ganadería, la agricultura y otros grandes inventos, la edad máxima que alcanzaban los seres humanos aumentó de los 20, a los 50 años.
O si preferís ver lo mismo en vídeo, aquí os dejo el enlace a la presentación que hice:
¡Espero que os haya gustado!
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